Resumen
La autora destaca la importancia de las perspectivas femeninas en la “nueva ilustración”, que reemplaza la era de la ilustración anterior. Argumenta que la visión periférica de las mujeres y de aquellos marginados en el aspecto político, económico y social, les permite determinar más claramente su situación personal en relación con los asuntos globales. Sea que su marginalización emerja de diferencias raciales, étnicas, de género o de clase, la conciencia de la injusticia brinda una línea de base para comprender las tendencias globales en términos concretos. Esta forma de conocimiento, “cultivada” en los roles inmanentes asignados a los subordinados en el sistema mundial, podría incentivar una nueva ilustración, basada en el entendimiento multicultural y de balance de género. Una vez que se logre la movilización colectiva, esta puede tornarse estratégica para enfrentar la dominación que ejercen las corporaciones globales e incluso transformarse en una alternativa frente al emergente imperio norteamericano.