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Enfoques analíticos en torno al comercio sexual de las mujeres...

Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 163: 131-148 / 2019 (I). (ISSN: 0482-5276)

ENFERMEDAD-EROGENEIDAD COMO “COMPLEJO INDISOLUBLE ”: HISTORIA DE LA SALUD Y

LA ENFERMEDAD EN CLAVE DE GÉNEROS Y SEXUALIDADES

La indagación sobre el fenómeno de la prostitución en perspectiva histórica supone recuperar las claves de inteligibilidad de época y las categorías disponibles a través de las cuales se configuraron los discursos que se erigieron en torno a este comercio. En ese sentido, es insoslayable el estudio de los modos en que la preocupación por la propagación de enferme- dades venéreas, así como, los pánicos morales asociados a las sexualidades (Walkowitz, 1982), coadyuvaron a la emergencia de formas dis- cursivas específicas, a la puesta en discurso (Foucault, 2002) de preocupaciones atinentes al mercado del sexo.

De ese modo, se dialoga con antece- dentes que remiten a campos de estudios que contribuyen a la complejización del análisis propuesto. Entre fines del siglo xix y principios del xx , la prostitución aparece como objeto de debate vinculado a la preocupación por la salud —tanto del cuerpo individual como del cuerpo social de la Nación y ligado estrechamente a la propagación de enfermedades venéreas, de modo que el vínculo enfermedad-erogenei- dad configura un complejo indisoluble (Butler, 2009) como clave de análisis de la época. Para analizar este aspecto, las producciones vin- culadas a la investigación en los campos de la Historia de la Salud brindan herramientas en el abordaje de la enfermedad como construcción social y en el estudio de sus significaciones culturales (Lobato, 1996; Armus, 2002). En ese sentido, Susan Sontag (2012) referirá las impli- cancias subjetivas y emotivas de la enfermedad y su hibridación metafórica en términos socio- culturales. Según expresa “basta ver una enfer- medad cualquiera como un misterio, y temerla intensamente, para que se vuelva moralmente, si no literalmente, contagiosa (p. 1).

Las enfermedades epidémicas no son una novedad en el período analizado, sin embargo, adquieren significaciones singulares de acuerdo a las nuevas características urbanas y poblacio- nales, así como, su correlato en las retóricas del progreso y el orden, y las políticas higienistas.

Como señala Armus (2002), si bien, las agen- das de los grupos higienistas fueron mutando desde mediados de siglo xix hasta entrado el siglo xx como reflejo de los cambios acaecidos en el mundo urbano, la ciudad como artefacto y trama de relaciones configuró un núcleo per- durable de sus preocupaciones. Las epidemias finiseculares y los pánicos emergentes en torno al contagio confluyeron en progresivos proce- sos de medicalización de las problemáticas aso- ciadas a la urbanidad. Los lenguajes médicos configuraron una gramática específica a través de la cual los nuevos problemas socioculturales se volvían inteligibles en clave higiénica.

La circulación de discursos y prácticas institucionales en torno a “focos infecciosos ” alcanzaron la proyección de políticas que con- fluyeron en las diferentes reglamentaciones locales en torno a la prostitución, dirigidas en uno de sus aspectos centrales a las revi- saciones médicas periódicas de las prostitu- tas. María Luisa Múgica (2016) señala que la prostitución, en el marco de la propagación creciente de enfermedades venéreas, se repre- sentaba como el principal foco de difusión de estas. Del mismo modo, a través de los estu- dios culturales de la ciencia (Miranda y Vallejo, 2012) se remite a las configuraciones de la salud pública —y su híbrida frontera con la moralidad pública en su cristalización norma- tiva así como, a la progresiva medicalización de la sexualidad, como modo de exposición de la inextricable vinculación entre la prostitu- ción y la enfermedad, además, lateralmente, al cuerpo de la prostituta como “foco infeccioso ”.

Sin embargo, desde las preocupaciones higienistas en torno a la salud pública, se puede advertir un desplazamiento hacia la retórica que sitúa el problema de la propagación de enfer- medades venéreas en el marco de un hipotético escenario de degeneración de la raza (Miranda, 2011). De modo que el factor disgénico que su- pone la propagación de enfermedades venéreas adquiere un estatuto central en las reformula- ciones discursivas hacia la década de 1930, lo cual funge como correlato de un proceso de consolidación paradigmática e institucional del discurso eugénico en el país (Miranda, 2012; Ledesma y Valobra, 2012). En este escenario,