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Rev. Biol. Trop. Blog Serie 3

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La superficie terrestre es lo que mejor conocemos de nuestro planeta, de los océanos en cambio, hemos ido aprendiendo con el tiempo y hoy en día el conocimiento sobre especies marinas y oceanografía va en incremento. Aun así, las grandes profundidades de los océanos guardan muchos misterios. Desde pepinos de mar que nadan hasta cangrejos que cultivan bacterias, las curiosidades son interminables. Y tal vez contrario a lo que las personas podrían pensar, la diversidad es exuberante.

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Hoy en día el conocimiento sobre especies marinas y oceanografía va en incremento. Aun así, las grandes profundidades de los océanos guardan muchos misterios

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En Costa Rica el estudio de las zonas de profundidad se ha concentrado en la costa pacífica del país. Empezó alrededor del año 2006, cuando la compañía Undersea Hunter llegó al país. Esta empresa posee un submarino llamado “DeepSee”, el cual es utilizado en el área del turismo, pero está a disposición de científicos de la Universidad de Costa Rica tres veces al año. En sus inmersiones oceánicas se toman fotos y colectan muestras de los secretos ocultos en las zonas profundas del Parque Nacional Isla del Coco. Gracias a esta colaboración se han realizado varias publicaciones científicas en la Revista Biología Tropical, entre ellas un catálogo de fotografías de tiburones y de peces presentes en la isla.

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Además de esto, en el 2009 se realizó una expedición con National Geographic, utilizando el DeepSee, y a partir de las muestras obtenidas se logró descubrir una nueva familia de octocorales. La publicación de este descubrimiento se hizo en la revista Systematics and Biodiversity.

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De forma similar, en los años 2009, 2010, 2017 y 2018, la Fundación Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (NSF) ha realizado expediciones en las profundidades marinas de Costa Rica enfocadas en zonas con emisiones de metano en la plataforma continental. A estas expediciones asisten científicos extranjeros y también nacionales, como Juan José Alvarado, Odalisca Breedy y Jorge Cortés. Estas investigaciones se realizan con la embarcación Atlantis que carga el submarino Alvin, el cual tiene la capacidad de llegar hasta los 4500 metros de profundidad.

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Estos estudios son de gran relevancia debido a que las zonas de emisiones de metano son sitios de vida importantes, que se relacionan con la pesca, y además presentan una gran diversidad que aún no es conocida por completo. De igual manera, las investigaciones en zonas de profundidad podrían dar paso a un nuevo mercado en el área del turismo ecológico, como ya se ha estado haciendo en la Isla del Coco con el DeepSee, y que este a su vez ayude a acercar a las personas a estos sitios ocultos en la profundidad de nuestros océanos, que son otro mundo dentro de nuestro planeta.

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Ivonne Rodríguez-Ramírez

Escuela de Biología, Universidad de Costa Rica

San José, Costa Rica

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Imágenes

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Sumergible Alvin descendiendo en el océano. Fotografía de Gavin Eppard, WHOI - NOAA Photo Library (CC BY 2.0)

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Publicado: 6 de mayo, 2019. Serie 3.

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Serie de Blogs de la Revista de Biología Tropical. 2019

Universidad de Costa Rica

Edición gráfica: Alonso Prendas Vega

Edición científica: Luis E. Vargas-Castro

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