Editorial

Gilbert Brenes C.[1]

 

Con el presente número, la Revista Población y Salud en Mesoamérica inicia el 2018 y cierra el volumen 15. Este volumen llena de gran satisfacción al Consejo Editorial de la Revista y al Centro Centroamericano de Población (CCP), como institución auspiciadora, porque ha permitido confirmar el crecimiento de la Revista durante 3 lustros como medio de divulgación de investigación científica en salud poblacional y temas demográficos para investigadoras e investigadores iberoamericanos. 

Este número tiene una fuerte presencia de investigaciones relacionadas con la nutrición en Costa Rica y en México, dos países que han atravesado por procesos vertiginosos en su transición nutricional: los problemas de exceso de peso aumentan a medida que la prevalencia de déficit nutricional va disminuyendo.

El artículo de Chinnock y Zúñiga-Flores es ilustrativo de estos cambios, con datos recolectados durante 17 años. Las investigadoras llaman la atención sobre políticas públicas para enfrentar las causas y consecuencias del problema de sobrepeso en todas las edades.

En este contexto, sobresale también que la duración de la lactancia materna es un factor indispensable para el buen estado nutricional de una población. En su trabajo, Marín-Arias y colegas entrevistan a 92 madres y reportan que la duración promedio es alrededor de 4 meses. La ingesta exclusiva de leche materna es un factor influyente en la configuración del bienestar de las poblaciones.    

Asimismo, Pérez y Romero estudian a mujeres de 13 comunidades rurales de México. Estas autoras también hallan una alta prevalencia de sobrepeso y obesidad en estas mujeres, y un alto porcentaje de las participantes muestran cierto nivel de "desagrado" con su cuerpo, deseando ser más delgadas. La investigación es valiosa al resaltar que los desbalances nutricionales no solo pueden conducir a enfermedades cardiovasculares, sino también a trastornos alimenticios y su consiguiente limitación del bienestar psicológico. 

A pesar de estos datos, la investigación de López González y Alarcón Osuna muestra que se pueden estar revirtiendo los efectos perjudiciales de la transición nutricional en México. Con la valiosa fuente de las Encuestas de Ingresos y Gastos en los Hogares de 1994 a 2014, la autora y el autor de este trabajo muestran el incremento en el consumo de frutas y verduras a través del tiempo, y cómo el envejecimiento poblacional está relacionado con estos cambios.

En esta misma línea, el ensayo de De Beausset brinda una luz de optimismo al describir la efectividad de la educación nutricional interactiva grupal. Se trata de un método pedagógico que ha sido implementado por la Escuela de Nutrición de la Universidad de Costa Rica.

Otro tema desarrollado en el presente número es el de la salud de la población adulta mayore. El aumento sostenido en la proporción de personas con 65 años y más en la región latinoamericana está permitiendo aumentar el número de investigaciones sobre este grupo.

Lozano Keymolen y colegas muestran la importancia de la dependencia funcional como variable predictora de la mortalidad en México usando datos longitudinales. Confirman un patrón reportado por otras autoras y autores en el mundo: las mujeres tienen mayores probabilidades de transitar hacia estadios severos de dependencia funcional. Se ha observado que, a nivel mundial, este patrón está asociado con mayores posibilidades de vida con discapacidad entre las mujeres.

De los Santos y Carmona Valdés estudian también la salud de personas adultas mayores, en particular la prevalencia de depresión, la cual es relativamente alta: 3 de cada 4 personas de este grupo etario reportan síntomas depresivos. Su estudio de diferenciales sociales y económicos es muy relevante para el planteamiento de políticas de salud destinadas a este grupo poblacional.

Los artículos de Díaz de León Castañeda y de Manzanares también producen resultados muy relevantes para la implementación de políticas de salud en México. Ambos usan datos geográficos agregados en el nivel de entidad federativa. Mientras que el artículo de Manzanares describe los estados con mayor incidencia de Coccidioido-micosis, una enfermedad transmisible característica de contextos rurales, el artículo de Díaz de León Castañeda muestra la desigualdad geográfica en la calidad de atención de las Unidades de Atención Primaria (UAP) de la Secretaría de Salud de la República Mexicana. La tasa estatal de UAP es el predictor más consistente de los Indicadores de Trato Adecuado, por lo que el autor sugiere que la expansión de los servicios de las UAP puede ayudar a promover el acceso equitativo a la salud.

 


[1] Director del Centro Centroamericano de Población. Universidad de Costa Rica. COSTA RICA. gbrenes@ccp.ucr.ac.cr



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