Anuario de Estudios Centroamericanos

Universidad de Costa Rica, Volumen 45, 2019

ISSN: 2215-4175

DOI: 10.15517/AECA.V45I0.40720

 

 

Presentación

 

Este volumen del Anuario de Estudios Centroamericanos se publica en medio de un escenario no más prometedor que el que predominara un año atrás. De los hechos llamativos en el panorama de la región, como las protestas en Nicaragua y Honduras contra sus gobiernos, el repliegue de la izquierda partidaria en las elecciones de 2019 en El Salvador, el ascenso político de grupos conservadores en Costa Rica o la permanente desigualdad social en cada uno de sus países, ninguno representa un giro novedoso en la evolución socioeconómica y política reciente.

En cierta medida, el Dossier publicado en este 2019 permite ver una de las formas que toma la continuidad en la región, al ser analizada en profundidad la serie de efectos que en un país como Honduras ha tenido y sigue teniendo el golpe de Estado ocurrido en 2009. A diez años de ocurrido este evento, son frecuentes las expresiones de malestar social ante las manifestaciones de violencia política y las contradicciones de sectores de elite que, una década atrás, justificaron el golpe de Estado como modo de evitar una posible reelección y, tiempo después, recurrieron a ella de forma muy cuestionable para agravar un panorama político y económico que no deja de producir incesantes demandas sociales de democratización.

Además de la gravedad en sí misma del golpe, es posible que la trascendencia de aquel evento del 2009 tuviera un pesado carácter simbólico; luego de las negociaciones por la paz a finales del siglo XX en Centroamérica y de las transiciones democráticas en otras partes de Latinoamérica, lo sucedido en Honduras fue un temprano despertar que, entre sus observadores en la región, parecía hacer resonar un apesadumbrado No, otra vez no. No había que ser experto para sospechar las limitaciones de aquella transición finisecular, pero que un golpe de Estado lo hiciera recordar era más que grosero.

Seis artículos en el Dossier y un ensayo incluido en la sección de Documentos ofrecen múltiples perspectivas –desde sus condicionantes históricos, sus diversas características y sus más alarmantes alcances– para comprender las groserías del destino en Centroamérica, en especial, esa acontecida en Honduras una década atrás.

En el artículo de Darío Euraque se presta atención a la reconfiguración de las élites empresariales hondureñas, se destaca el componente étnico-racial de ascendencia árabe-palestina, y su presunta participación en el golpe de Estado de 2009; el repaso histórico del autor muestra a esta población no siempre con un mismo nivel de integración social y protagonismo político a lo largo del siglo XX, pero en años más recientes sus descendientes lograron afianzarse por diversos medios (económicos, políticos y matrimoniales).

Con su artículo, William Girard hace una aproximación etnográfica a la comunidad de Ruinas Copán, en Honduras, para determinar la importancia de la religión, en particular del pentecostalismo, en las formas de apoyo al golpe de Estado contra Manuel Zelaya. El autor descubre una ontología pentecostal cuya lectura milenarista y apocalíptica de la política se acerca a (pero no depende de) la visión de la Guerra Fría, por lo cual el escenario de polarización política en tiempos del golpe encuentra su equivalente en las maneras de interpretar la Biblia y de comprender la geopolítica.

El artículo de Néstor Veliz analiza el golpe de Estado entendiéndolo como resultado de la confrontación de dos bloques políticos antagónicos, uno el del zelayismo, el cual sería una forma hondureña de populismo de izquierda que tuvo un giro hacia la política regional del chavismo venezolano, y otro el de derecha, el cual reaccionó frente a este giro acudiendo a las Fuerzas Armadas como recurso para conseguir el orden nacional y arbitrar en la polarización.

José Luis Palma se detiene en las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), conocidas también como “ciudades modelo”, propuestas inicialmente para promover empleo, desarrollo económico y seguridad y para reducir la migración hacia Estados Unidos; el hermetismo político en su aplicación y administración, su poca relación con la geografía de las necesidades sociales del país y su reducción a mera cuantificación de empleos hacen pensar las ZEDES como parte de la larga y fallida historia de los enclaves económicos y su política concesionaria.

Ronald Sáenz y Stephanie Valenciano analizan el golpe de Estado de 2009 a partir de sus repercusiones internacionales, se enfocan en la mediación efectuada por el entonces presidente costarricense Óscar Arias Sánchez; considerando el método de la resolución alternativa de conflictos y recurriendo a las memorias del ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, el artículo demuestra la dificultad para que las partes reconocieran a la figura mediadora y para que aceptaran los acuerdos salidos de las rondas de negociación.

Andrés León y Génesis Padilla toman distancia de los estudios sobre el golpe y mantienen la perspectiva analítica de la transición a la democracia; frente a esto, el artículo propone interpretar el golpe como parte de un proceso de instauración del neoliberalismo, para lo cual consideran la dinámica castrense desde la década de 1960, la implantación de los programas de ajuste estructural en los años 90 y las reformas económicas implementadas en el marco de la catástrofe del huracán Mitch en 1998, afianzamiento neoliberal que fue vulnerado por las perspectivas de reforma del gobierno de Manuel Zelaya, derrocado en 2009.

En la sección de Artículos hemos reunido 12 contribuciones. Elisabeth Cunin y Odile Hoffmann realizan un importante aporte a esta publicación, pues su artículo viene a ser el primero en la historia de la Revista, en presentar un estudio sobre Belice, lo cual ha llevado al Consejo editorial a repensar las dinámicas transfronterizas de la región centroamericana para el Anuario. Cunin y Hoffmann plantean que la diversidad cultural y étnica de la sociedad beliceña no fue correspondida con políticas multiculturales y reivindicaciones étnico-raciales propias de la defensa de los derechos humanos en las últimas décadas del siglo XX; la independencia tardía de este país en 1981 coincidió solo temporalmente con las políticas multiculturales en otros países de América Latina, pues el modelo de Estado nación beliceño apeló al ideal homogenizador propio del siglo XIX y a mecanismos de jerarquización sociocultural propios del dominio colonial británico.

El artículo de Aaron Pollack se enfoca en un espacio que había sido compartido por la Audiencia de Guatemala durante la era colonial, pero que se bifurcó en dos estados al momento de la independencia: Chiapas y Guatemala. De estos, analiza sus distintos sistemas fiscales en las dos primeras décadas poscoloniales, período muy convulso que limitó la aplicación de contribuciones fiscales directas y generó formas recaudatorias propias de situaciones de violencia y guerra.

El artículo de Carlos de Jesús Gómez realiza un estudio etnográfico sobre la actual crisis política que vive Nicaragua, esta se analiza desde la experiencia de jóvenes que participaron en las protestas del movimiento de abril de 2018. Considerando las diversas tensiones que precedieron estas movilizaciones, Gómez recoge testimonios de seis entrevistas a jóvenes que, muy conscientes de la situación sociopolítica de su país y de la dimensión histórica de sus protestas, participaron de las manifestaciones y experimentaron la represión del gobierno y el exilio.

María Augusta Rodrigues hace un análisis desde la perspectiva crítica feminista de la atención institucional dada a la epidemia del Zika en Nicaragua, en el 2016; a pesar de existir un marco legal que promueve la transversalización del enfoque de género en las políticas públicas de ese país, la autora devela un abordaje de la epidemia, tanto desde los entes públicos como desde los privados, lo cual tendió a reforzar los mandatos y la violencia de género.

Ronald Díaz analiza, desde una perspectiva regional, el Corredor Seco Centroamericano, ubicado a lo largo de la vertiente del Pacífico centroamericano. El autor pone atención a una historia de larga duración de la cual atiende procesos económicos, sociales y ambientales que van desde los pueblos originarios, las etapas de conquista y colonización, hasta la conformación de los Estados nación y su implantación del modelo agroexportador hasta la mitad del siglo XX.

El artículo de Ernest Cañada se detiene en el estudio del fenómeno del overtourism, como forma de malestar entre las poblaciones frente al desarrollo turístico masivo y saturado en sus comunidades; mayormente empleado para el análisis de ciudades y contextos urbanos, el concepto sirve al autor para dimensionar la problemática de los proyectos turístico-residenciales y los consiguientes conflictos socioambientales en torno al agua en espacios rurales de la provincia de Guanacaste, en Costa Rica, casos que ofrecen a la teoría nuevas formas de comprender el malestar.

El artículo de Juan Manuel Retana, Luis Diego Arias y Daniel Torres estudia la manera en que se han conformado los mercados y la monetización del agua entre grupos empresariales de Guatemala y Costa Rica, gracias a organismos financieros internacionales como el Banco Mundial y al marco de aplicación provisto por los Programas de Ajuste Estructural. En un contexto de escasez y acaparamiento del agua, el acceso a esta se ve mediado por tensiones entre su concepción como un bien económico o como un derecho humano.

Con su artículo, Caitlin E. Fouratt y Koen Voorend quebrantan una idea profundamente arraigada, no solo en la población costarricense, sino también entre sus creadores de políticas públicas, de que la migración nicaragüense tiene a Costa Rica como destino por sus servicios sociales y que estos se ven deteriorados en su calidad y sostenibilidad por tal demanda. Concentrándose en el caso de los servicios de salud, y mediante el método de grupos focales y entrevistas semiestructuradas, el artículo determina las estrategias por las cuales las personas migrantes solventan, en el sector privado, sus necesidades de atención médica.

El artículo de Larissa Castillo se detiene en un momento particular de la historia literaria costarricense, cuando el escritor Carlos Luis Fallas pasó de ser solo un referente de la cultura comunista y la literatura social, a entrar en el canon de la literatura nacional. Ese pasaje, ocurrido al momento de fallecer Fallas en 1966, es explorado por la autora a través de un análisis de las esquelas publicadas en la prensa, las cuales funcionaron como una forma de política de la memoria para las condiciones partidarias, institucionales y culturales de entonces.

Sofía Vindas estudia las caricaturas que el artista costarricense Hugo Díaz dedicó a la Revolución sandinista entre los años 1974 y 1994. A través de un análisis de contenido desde la teoría de la imagen, la autora recoge un conjunto de caricaturas que se concentraron en las figuras de la política exterior de Costa Rica y de las potencias confrontadas (Estados Unidos y la Unión Soviética); de esta forma, Vindas propone acercarse al fenómeno de la Guerra Fría desde sus efectos culturales y de paso rescata una postura política en el artista, que rompe con la bipolaridad ideológica de la época y desmiente la neutralidad oficial de su país ante lo acontecido en Nicaragua.

Eugenio Quesada analiza un siglo de historia de la prensa regional costarricense, revisando para ello más de dos centenares de periódicos publicados fuera de la capital San José. Entre 1850-1950, el crecimiento de la producción de periódicos en el país se vio influido por la reforma educativa de fines del siglo XIX; y si bien la duración de estas empresas periodísticas fue normalmente irregular, tales medios respondían a necesidades particulares de sus contextos regionales.

Patricia Vega analiza el impacto de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) en la prensa costarricense, particularmente en unos de los medios de mayor tiraje en esos años: Diario de Costa Rica. El seguimiento de la autora descubre que cada una de las etapas de aquel conflicto sirve para conocer los cambios experimentados en el periodismo de la época, incluidos los usos propagandísticos y las tergiversaciones a los que sirvieron los periódicos en un mundo en guerra.

En la sección de Documentos, Abraham Abrego hace la introducción a un documento de suma relevancia, una sentencia de la Sala de lo Constitucional de El Salvador en 2018, en la cual se reconoce el problema del desplazamiento forzado de poblaciones ocasionado por la violencia de las pandillas; la sentencia, además de reconocer los derechos de las familias afectadas y el deber del Estado por compensarlas, y de brindar con ello un precedente de suma trascendencia para la región centroamericana, presenta un análisis contextual de la problemática que, posiblemente, sirva a la vez a sus lectores para determinar la importancia de la investigación en Ciencias Sociales y en Derechos Humanos para dar insumos a la legislación, las políticas públicas y el tratamiento jurídico sobre el fenómeno de las pandillas.

Se publica, asimismo, un ensayo que complementa muy bien el Dossier sobre el golpe de Estado en Honduras; su autor, Eugenio Sosa, plantea que la crisis de 2009 ha conducido a la ruptura del pacto de alternabilidad en el poder establecido en los años ochenta y da seguimiento a la continuación de esa ruptura crítica hasta las elecciones de 2017 y la cuestionada reelección de Juan Orlando Hernández, después de lo cual se han intensificado las movilizaciones sociales en contra del gobierno.

Aya Shiode, por su parte, publica un informe de su investigación realizada en una zona cafetalera ubicada en Turrialba, Costa Rica, donde aplicó entrevistas a mujeres migrantes nicaragüenses que han trabajado en la economía del café por cerca de diez años, lo cual permitió a la investigadora captar los cambios socioeconómicos experimentados en el tiempo, así como las luchas cotidianas y las expectativas de las mujeres.

Carlos Sandoval facilita al Anuario dos documentos de mucha trascendencia para la vida social y académica centroamericana; en el primero, introduce el discurso que diera la exdiputada y actual ministra de la Condición de la Mujer, Patricia Mora, en ocasión de la marcha contra la xenofobia en San José, en agosto de 2018, no mucho tiempo después de que ocurriera una manifestación xenofóbica contra la migración nicaragüense en la misma ciudad; en el segundo texto, presenta los antecedentes, la fundamentación, la estructura y los objetivos del Doctorado en Ciencias Sociales en América Central, aprobado en este año 2019 y ubicado en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica.

En la sección In memorian, Héctor Pérez Brignoli escribe una semblanza del sociólogo guatemalteco Edelberto Torres Rivas (1930-2018), figura central para las ciencias sociales en Centroamérica y de quien el autor ofrece algunos aspectos biográficos esenciales, al lado de un repaso por las principales contribuciones conceptuales, analíticas y bibliográficas de un académico muy influyente, y excelente gestor de la investigación científico social desde y sobre la región. Gracias a la generosidad de Pérez Brignoli, el Anuario se suma a la serie de honores que merecidamente ha tenido Edelberto Torres Rivas en la Universidad de Costa Rica.

Por último, la sección de Reseñas se ha nutrido de un total de 19 contribuciones, 6 de ellas con una perspectiva regional o comparada, 6 dedicadas a Costa Rica, 5 a Nicaragua y 2 a Guatemala. El abanico de temáticas es muy amplio, dentro de ellas se puede apreciar algunos análisis publicados sobre la crisis contemporánea en Nicaragua o estudios sobre las mujeres que participaron en los procesos revolucionarios en ese país. Se reseña publicaciones sobre procesos migratorios, juventud, violencia, políticas culturales y educativas en Centroamérica; la economía y la desigualdad en Guatemala; el pequeño tráfico de drogas entre mujeres costarricenses, el mercado del arte en Costa Rica, entre otros varios libros que dejan ver una interesante actividad investigativa y editorial centroamericana, a pesar de los contratiempos que las incertidumbres del presente provocan en estas sociedades.

En tal sentido, el Equipo editorial del Anuario de Estudios Centroamericanos tiene el deseo profundo de que este número contribuya a desafiar y entender esa compleja realidad regional a través del conjunto de contribuciones que amablemente nos han confiado sus autoras y autores, a quienes, junto con las personas dictaminadoras, agradecemos por su valioso trabajo.

 

Dr. Dennis Arias Mora

 

Director, Anuario de Estudios Centroamericanos