EL PAPEL DOCENTE ANTE LAS EMOCIONES DE NIÑAS Y NIÑOS DE TERCER GRADO
THE TEACHING ROLE FACING EMOTIONS OF THIRD GRADE CHILDREN
Mónica Calderón Rodríguez1
Gabriela González Mora2
Patricia Salazar Segnini3
Stephanie Washburn Madrigal4
1 Orientadora en el Colegio Vocacional Monseñor Sanabria. Licenciada en
Ciencias de la Educación con énfasis en Orientación de la Universidad
de Costa Rica. Dirección electrónica: moni_2686@hotmail.com
2 Coordinadora del Departamento de Orientación y Psicología en el
Colegio Salesiano Don Bosco. Licenciada en Ciencias de la Educación con
énfasis en Orientación de la Universidad de Costa Rica. Dirección
electrónica: ga_gomo@hotmail.com
3 Orientadora en el Liceo de Pavas. Licenciada en Ciencias de la
Educación con énfasis en Orientación de la Universidad de Costa Rica.
Dirección electrónica: pss_28@hotmail.com
4 Docente de la Escuela de Orientación y Educación Especial. Licenciada
en Ciencias de la Educación con énfasis en Orientación de la
Universidad de Costa Rica. Dirección electrónica:
stephanieann.washburn@ucr.ac.crDirección para correspondencia
Resumen
En este artículo se presentan los resultados de una investigación
realizada durante los años 2011-2012, cuyo objetivo fue analizar el
papel del personal docente ante las emociones que manifiestan en el
aula las niñas y los niños de tercer grado de dos escuelas urbanas de
la provincia de San José. La investigación se fundamenta en la
identificación de los conocimientos, habilidades, estrategias y
recursos utilizados por el personal docente ante las diferentes
emociones que manifiesta el estudiantado en el aula. La metodología de
la investigación se dio bajo un enfoque mixto, por lo que el trabajo se
dividió en una fase cualitativa y otra cuantitativa; en cada una se
aplicaron diferentes instrumentos con base en los objetivos de la
investigación; posteriormente se realizó una integración de ambos
enfoques, para ampliar la perspectiva de las respuestas del personal
docente ante las emociones que experimentan las niñas y los niños en el
aula. A partir de los resultados obtenidos se identifican elementos
facilitadores y obstaculizadores del quehacer docente, sobre las
emociones de sus estudiantes y se logra constatar una deficiencia en el
profesional en educación en cuanto al conocimiento de la temática, la
falta de estrategias aplicables a las emociones de sus estudiantes, la
poca información y actualización que se tiene en cuanto a la educación
emocional en las aulas.
Palabras clave: educación emocional, papel docente, educación primaria,
competencias emocionales, desarrollo emocional, costa rica.
Abstract
This article presents the results of a research conducted over the
years 2011-2012, in which the role of teachers in the face of the
emotions felt in the classroom by third graders in two urban schools of
the province of San José was analyzed. The research was based on the
identification of the knowledge, skills, strategies and resources used
by teachers as a response to different emotions that children manifest
in the classroom. The research methodology was developed under a mixed
approach; therefore it was divided in a qualitative and a quantitative
phase. In each of them different instruments were applied based on the
research objectives; subsequently an integration of both approaches was
elaborated. From the results obtained the enablers and obstacles of
teaching work on the emotions of their students were identified;
consequently a deficiency of the knowledge of teachers i on the topic,
a lack of strategies applicable to the emotions of students and little
knowledge in terms of emotional education in the classroom was
confirmed.
Key words: emotional education, teaching role, elementary school,
emotional skills, emotional development, costa rica.
Introducción
La persona profesional en educación cumple una función primordial en la
vida de cada una y uno de sus estudiantes, ya que su labor no sólo se
centra en la transmisión de conocimientos académicos, sino que se
convierte en modelo de actitudes personales y emocionales para sus
estudiantes. Es así que se reconoce la labor docente como agente
formadora, no sólo en el ámbito académico e intelectual, sino también
en el área personal y social, según lo expuesto por Pereira (2007). El
papel que juega el personal docente es de suma importancia, pues, al
permanecer por extensos periodos en las aulas en interacción con las
niñas y los niños, tiene la posibilidad de observar su comportamiento y
obtener información muy valiosa, indispensable para potenciar el
desarrollo integral de la población estudiantil. En cuanto a esto,
Abarca (2003) menciona que la maestra y el maestro pueden cumplir un
papel esencial en la construcción de una educación basada en las
emociones del estudiantado.
Para que el profesorado pueda cumplir este papel tan importante en la
educación de las emociones de sus estudiantes, necesita formación y
actualización constante en el tema, pero estudios como el realizado por
Abarca (2003) evidencian una falta de formación en educación emocional
por parte de la población docente. Por eso, esta autora concluye que,
debido a que el área emocional se encuentra presente en toda práctica
educativa, se requieren programas de capacitación y formación para el
personal docente, así como una revisión de los planes de formación
inicial del profesorado.
Todo esto llevó a plantear como problema de investigación, la siguiente
pregunta: ¿cuáles son las respuestas del personal docente ante las
emociones manifestadas en el aula por las niñas y los niños?
El objetivo general de esta investigación fue analizar el papel del
personal docente ante las emociones que manifiestan en el aula las
niñas y los niños de tercer grado de dos escuelas urbanas de San José.
Elementos teóricos
En el presente apartado se detallan los preceptos teóricos que
sustentan el desarrollo del proceso de investigación, con la finalidad
de brindar un marco de conceptos y teoría de manera suficiente, concisa
y clara que ayude a enfocar el problema planteado.
Es importante para este segmento organizar la información desde los
cimientos, empezando por qué es la orientación y su quehacer en el
sistema educativo, específicamente la orientación educativa. En cuanto
a esto, Pereira (2007) menciona que esta es la disciplina de las
ciencias sociales que busca facilitar procesos educativos para el
desarrollo integral de las personas.
La orientación nace en lo vocacional y social; sin embargo, incursiona
y se establece como un servicio importante de los ámbitos educativos,
ya que contribuye al logro de los objetivos educacionales en la
búsqueda del estímulo y desarrollo personal y social del alumnado
(Pereira, 2007, p. 41).
2.1. Orientación Educativa
La orientación educativa, según Gordillo (1979), es un proceso
educativo individualizado de ayuda al educando en su progresiva
realización personal. La función prioritaria de la persona profesional
en orientación en las instituciones educativas de primaria es en el rol
de asesor. La docente y el docente se convierten en facilitadores de
procesos de orientación dentro del contexto del aula.
Se destaca el papel de asesoramiento de las personas profesionales en
orientación, al ser quienes brindarán apoyo, herramientas y estrategias
para que, a su vez, el personal docente cumpla funciones orientadoras
en sus aulas. A continuación se citan las funciones de la maestra y el
maestro dentro de su accionar orientador.
2.2. Funciones orientadoras del personal docente
Las maestras y los maestros dentro de su labor diaria, tienen una serie
de funciones orientadoras, según Pereira (2007); una de estas es
planificar y realizar actividades que estimulen el desarrollo integral
de sus estudiantes, sin centrarse solo en el aspecto intelectual, así
como ofrecer espacios para que la población estudiantil pueda
autoconocerse.
Se visualiza, entonces, cómo el personal docente adquiere un papel
protagónico en la educación integral de sus estudiantes, al poder
modelar, enseñar y entrenar a estos en habilidades que serán
importantes para el resto de su vida.
2.3. Educación Emocional
La educación emocional es definida por Bisquerra (2009) como un
“proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el
desarrollo emocional como complemento indispensable del desarrollo
cognitivo, constituyendo ambos los elementos esenciales del desarrollo
de la personalidad integral” (p. 243).
Desde la educación de las emociones se logra promover y realizar una
labor preventiva. Este es el pilar fundamental, tanto de la educación
emocional, como de la orientación; por medio de la prevención lo que se
busca es que las personas puedan tener un crecimiento y desarrollo
saludables, de modo que logren un bienestar emocional, personal y
social.
La educación emocional busca que las personas tengan las herramientas
necesarias para conocer, expresar y manejar sus propias emociones y las
de las demás personas, de manera que estas no afecten sus vidas y que,
por el contrario, promuevan el bienestar personal y social.
Dentro de la concepción de la educación emocional, se vislumbra el
desarrollo de ciertos rasgos, actitudes o conocimientos que son pilares
que conducen a un adecuado o mejor desarrollo emocional, llamados
competencias emocionales. Para Bisquerra (2009) la educación emocional
tiene como objetivo el desarrollo de dichas competencias emocionales,
las cuales se definen como “el conjunto de conocimientos, capacidades,
habilidades y actitudes necesarias para tomar conciencia, comprender,
expresar y regular de forma apropiada los fenómenos emocionales” (pp.
1-2). Estas se describen a continuación:
• Conciencia emocional: para Bisquerra
(2009) la conciencia emocional es la capacidad para tomar conciencia de
las propias emociones y de las emociones de los demás; abarca la
habilidad para captar el clima emocional de un contexto determinado.
Incluye las siguientes microcompetencias: toma de conciencia de las
propias emociones, dar nombre a las emociones, comprensión de las
emociones de los demás, y tomar conciencia de la interacción entre
emoción, cognición y comportamiento.
• Regulación emocional: se refiere a “la
capacidad para manejar las emociones de forma apropiada. Supone tomar
conciencia de la relación entre emoción, cognición y comportamiento;
tener buenas estrategias de afrontamiento; capacidad para autogenerarse
emociones positivas, etc.” (p.3). Para Bisquerra (2009) esta
competencia es el elemento esencial de la educación emocional, y está
conformada por las siguientes microcompetencias: expresión emocional
apropiada, regulación de emociones y sentimientos, habilidades de
afrontamiento y competencia para autogenerar emociones positivas.
• Autonomía emocional: hace referencia a
la capacidad de generar las propias emociones y defenderse de las
emociones tóxicas. Incluye las siguientes microcompetencias:
autoestima, automotivación, autoeficacia emocional, responsabilidad,
actitud positiva, análisis crítico de normas sociales y resiliencia.
• Competencia social: se refiere a la
capacidad para mantener buenas relaciones con otras personas. Está
conformada por las siguientes microcompetencias: dominar las
habilidades sociales básicas, respeto por los demás, practicar la
comunicación receptiva, practicar la comunicación expresiva, compartir
emociones, comportamiento prosocial y cooperación, asertividad,
prevención y solución de conflictos, y capacidad para gestionar
situaciones emocionales.
• Habilidades de vida y bienestar: esta
competencia se define como “la capacidad para adoptar comportamientos
apropiados y responsables para afrontar satisfactoriamente los desafíos
diarios de la vida” (p.5), con el fin de promover la satisfacción y el
bienestar. Las microcompetencias son: fijar objetivos adaptativos, toma
de decisiones, búsqueda de ayuda y recursos, ciudadanía activa,
participativa, crítica, responsable y comprometida, bienestar emocional
y fluir.
Estas competencias emocionales son la base fundamental de la educación
emocional, por lo cual se debe promover su desarrollo y fortalecimiento
en las personas, con el fin de brindar una educación emocional que
ofrezca un sinnúmero de ventajas a la vida de las personas al
posibilitar una mejor calidad de vida y bienestar integral.
Luego de realizar un repaso por los aspectos teóricos, se puede denotar
el papel protagónico que cumple el personal docente dentro de las
instituciones educativas en los procesos académicos y emocionales de
sus estudiantes, pues se convierten en figuras muy significativas para
estas y estos. De igual forma, se pudo corroborar la relevancia que
tiene el profesional en orientación como parte asesora de los procesos
que se puedan llevar a cabo dentro de las escuelas, conservando siempre
como eje transversal las competencias emocionales que se deben fomentar
e incrementar, no sólo en las instituciones educativas, sino en la
sociedad en general. Es fundamental asumir estas concepciones, ya que
son punto de referencia para el análisis y el trabajo investigativo
desarrollado.
Metodología
La investigación se abordó desde un enfoque mixto, con el fin de
ampliar la comprensión de las repuestas del personal docente con
respecto a las emociones de sus estudiantes. En ella participaron 12
docentes de cada escuela y un total de 72 niños y niñas. Como criterios
de exclusión se establecieron los siguientes: (1) aquellas niñas y
niños a los que los padres, las madres o personas encargadas no les
otorgaron permiso para participar; (2) aquellas niñas y niños que no
entregaron el consentimiento firmado por los padres o madres.
La investigación desarrollada se distribuyó en tres fases; la primera
consistió en el diseño de la investigación. En la segunda fase, se dio
el proceso de recolección de los datos cualitativos, para lo que se
diseñaron dos instrumentos, un diario anecdótico y una ficha de
emociones. El primero consistió en un diario donde el personal docente
debía compartir sus experiencias en cuanto a las respuestas brindadas
hacia las emociones de las niñas y los niños dentro del aula. Para esto
se elaboró una guía de preguntas. Luego se diseñó la ficha de
emociones, que consistió de cinco preguntas, las cuales el profesorado
debía responder de acuerdo a sus conocimientos, habilidades,
estrategias, recursos y acciones utilizadas para trabajar la educación
emocional con sus estudiantes. Para el procesamiento de los datos
cualitativos se utilizó el programa informático Atlas.ti®.
En la tercera fase, la fase cuantitativa del proceso, se diseñaron dos
instrumentos, uno dirigido al personal docente y otro para las niñas y
los niños de tercer grado. La confiabilidad y consistencia interna de
ambos instrumentos fue mediante el cálculo del Alfa de Cronbach, por
medio del programa estadístico SPSS. Ambos cuestionarios se validaron
mediante el criterio de expertos y, posteriormente, se los aplicó a un
grupo de iguales para medir su confiabilidad. Los datos cuantitativos
obtenidos se procesaron en el programa estadístico SPSS®, para
establecer la distribución de frecuencias.
Una vez procesados tanto los datos cualitativos como cuantitativos, se
procedió a la integración de estos por medio de la triangulación
múltiple, fuentes, metodología e investigadoras.
Resultados y análisis
A continuación se presentan los resultados obtenidos mediante el
proceso de recolección de datos, que se analizaron de acuerdo a los
objetivos propuestos en la investigación.
4.1. Conocimientos, habilidades, estrategias y recursos del personal
docente ante las emociones que manifiestan en el aula sus estudiantes
En este apartado se incluyen los conocimientos, estrategias,
habilidades y recursos utilizados por el personal docente en el manejo
emocional de las niñas y los niños.
4.1.1. Conocimiento del docente y de la docente ante las emociones
manifestadas en el aula por las niñas y los niños
Según Falus (2011), el profesorado debe tener conocimiento acerca de
contenidos disciplinares, así como de las condiciones físicas,
socio-afectivas y destrezas cognitivas de las niñas y los niños. Es
decir, además de los contenidos didácticos, la persona profesional en
docencia debe tener un conocimiento integral de la niña y el niño, no
solo en la parte académica.
La población docente expresó su opinión acerca de si los conocimientos
que poseen son los necesarios para promover el desarrollo emocional de
sus estudiantes, como se aprecia en el gráfico 1.
Los conocimientos que posea el personal docente en cuanto a la
educación emocional son de relevancia para los procesos de
enseñanza-aprendizaje que brinde a sus estudiantes en el aula, por lo
que es necesario que conozcan en qué consiste la educación de las
emociones, las competencias emocionales y la manera adecuada de emplear
estos conocimientos en su diario vivir. Es significativo señalar que el
profesorado tiene cierto grado de conocimientos, sin embargo, es
necesario enriquecerlos y actualizarlos para que puedan promocionar una
educación emocional integral con sus estudiantes.
4.1.2. Habilidades del personal docente ante las emociones que
manifiestan en el aula sus estudiantes
Las habilidades son componentes sumamente importantes dentro del perfil
profesional del personal docente, porque facilitan el ejercicio
adecuado de sus funciones en el trabajo diario con sus estudiantes, y
ayudan al bienestar en el aula mediante la respuesta en su acontecer
diario, tal y como lo menciona Bisquerra (2009). El profesorado
necesita el desarrollo de habilidades como la empatía, la cual, junto
con la escucha y la comprensión, se destaca como la estrategia
principal utilizada por el personal docente en el trabajo con las niñas
y los niños en el ámbito emocional.
El cuadro 1 muestra cómo la gran mayoría de docentes de ambas escuelas
con frecuencia o siempre muestran empatía con sus estudiantes en el
aula, lo cual también se ve reflejado en las siguientes expresiones:
“la empatía (asumo el punto de vista de mis estudiantes y soy sensible
hacia sus sentimientos)” (Ficha de emociones SDB, 01).
“Ponerse en los zapatos de los otros, existen situaciones que solo se
entienden desde ese punto de vista en particular” (Ficha de emociones
MMG, 01).
Por todo lo mencionado anteriormente, al recalcar la importancia que
tiene impulsar las habilidades del profesorado, se puede apreciar que
muchas están presentes y son asumidas por la mayoría de ellas y ellos.
Sin embargo, es ideal fortalecer las existentes e impulsar el
descubrimiento y desarrollo de las habilidades no desarrolladas aún, ya
que son cruciales en el trabajo emocional de aula con las niñas y los
niños.
4.1.3. Estrategias del personal docente ante las emociones que
manifiestan en el aula sus estudiantes
Como medio de promoción de la educación emocional, es necesario que el
profesorado desarrolle estrategias que le permitan una intervención
apropiada con sus estudiantes, y favorecer de esta manera un clima
emocional apropiado para el desarrollo de su clase. Para Márquez (2009)
las maestras y los maestros deben ser facilitadoras y facilitadores de
procesos de aprendizaje cada vez más autónomos, y deben poseer
criterios de selección de estrategias, saber planificar y conducir a
sus estudiantes.
Una de las principales estrategias para el afrontamiento de las
diversas situaciones que se presentan en el aula utilizada por el
profesorado, es la escucha, como se observa a continuación.
Como se puede apreciar en el gráfico 2, el profesorado del colegio SDB
en su mayoría manifestó que siempre permiten espacios para escuchar a
sus estudiantes; de igual forma, el personal docente de la escuela MMG
expresó que con frecuencia utiliza esta estrategia. Es importante
destacar que reconocen la importancia de brindar estos espacios a sus
estudiantes, debido a que ninguna y ninguno eligió la opción nunca.
En las siguientes expresiones queda evidenciado cómo manifiestan esta
habilidad con sus estudiantes:
“Soy una persona que sabe escuchar lo que otros tienen que decir,
analizo las cosas desde múltiples puntos de vista, para tener una
visión global de la situación.” (Ficha de emociones MMG, 01).
“Escuchar en la medida de lo posible las situaciones que provocan en
los alumnos sus diferentes emociones.” (Ficha de emociones SDB, 03).
Es importante tomar en cuenta las habilidades y estrategias empleadas
por el personal docente en el desarrollo de la educación emocional de
sus estudiantes, y enriquecer su quehacer profesional con estrategias
innovadoras incorporando los recursos que emplean al trabajar con sus
estudiantes.
4.1.4. Recursos del personal docente ante las emociones que manifiestan
en el aula sus estudiantes
Los recursos juegan un papel primordial en el trabajo que realiza el
profesorado, tanto en el ámbito académico, como en el emocional; los
recursos materiales que se utilizan para realizar las actividades de
educación tienden a lograr una experiencia de aprendizaje exitosa, al
bienestar o satisfacción del profesorado en relación con la escuela y
el vínculo que establecen con sus estudiantes (Falus, 2011). Aquí
radica la importancia del uso de recursos en las actividades que se
desarrollen con el alumnado.
La vivencia del personal docente expone la utilización de recursos
didácticos, materiales y humanos, como medio de apoyo para alcanzar los
objetivos propuestos. A continuación se puntuarán algunos de los
recursos mayoritariamente empleados por ellas y ellos en su quehacer
profesional:
“Películas, imágenes cargadas de sentimientos, títeres, música, textos
literarios. Tengo algunos libros, uno con estrategias de motivación en
el aula y otro con estrategias para la resolución de conflictos.”
(Ficha de emociones SDB, 01).
“-Libros - Juguetes – Adhesivos – Regalos - Recuerdos – Premios –
Stikers –Juegos - Oraciones” (Ficha de emociones MMG, 03).
Con todo esto se rescata cómo los recursos y la creatividad juegan un
papel esencial dentro de la educación emocional que brinda el
profesorado en el aula, por lo cual son importantes tomarlos en cuenta,
enriquecerlos e innovarlos constantemente para poder lograr un
aprendizaje más significativo en el estudiantado.
4.2. Competencias emocionales del personal docente ante las emociones
que manifiestan en el aula las niñas y los niños
En el presente apartado, se ahondó en la vivencia del personal docente
en el manejo de las emociones de sus estudiantes y en la educación de
estas, vista desde la perspectiva de las competencias emocionales
expuestas por Bisquerra (2009). Asimismo, se tomó en cuenta la opinión
de las niñas y los niños, para que, de esta manera, se pudiera realizar
un abordaje más integral de la educación emocional.
4.2.1. Conciencia emocional acerca de las emociones de las demás
personas
Para Bisquerra (2009) la conciencia emocional es tomar conciencia de
las propias emociones y las emociones de las demás personas; para
profundizar en esto, se parte de la vivencia que tiene el profesorado
acerca de la conciencia emocional, la cual se ve manifestada en su
cotidianidad, como se ve a continuación:
“Este grupo es súper afectuoso, siempre que llego al aula o recogerlos
para llevarlos al taller, se me avalanzan y me abrazan con mucha
alegría. Esto me llama la atención porque aunque me llevo bien con
todos los grupos, ellos son los que más demuestran cariño.” (Diario
MMG, 05).
“Esta semana tuvimos la celebración de María Auxiliadora, los niños se
mostraron entusiasmados por las actividades”. (Diario SDB, 01).
El tomar en cuenta las emociones de los demás es parte de la conciencia
emocional. Esta se traduce en una habilidad necesaria, tanto en las
relaciones que se dan entre el profesorado, como entre las niñas y los
niños con su grupo de iguales, ya que reconocer las emociones que está
sintiendo otra persona hace que se pueda comprender su situación, y de
esta manera se logra establecer una convivencia adecuada. En el caso
del estudiantado se encontró lo siguiente:
Se aprecia en el gráfico 3, cómo en la escuela MMG predomina la opción
afirmativa. Sin embargo, no muy debajo se sitúa la opción negativa. Por
su parte, en el colegio SDB, el estudiantado en su mayoría respondió no
manifestar preocupación por los sentimientos de los demás, lo que no
coincide con lo expresado por Santrock (2003), al mencionar que las
niñas y los niños toman en cuenta la percepción y vivencia del contexto
que les rodea y sus relaciones más significativas con este. En esta
etapa las relaciones con su grupo de iguales adquieren mucha
importancia, según Papalia, Wendkos y Duskin (2005). Al no interesarse
por lo que sienten sus amigos y amigas, no se evidencia esta
importancia.
En ambas escuelas queda evidenciado que, en el caso del profesorado,
este percibe, toma en cuenta y le da importancia a las emociones que
experimentan sus estudiantes, manifestando cierta conciencia emocional,
la cual es la base de la educación emocional según Bisquerra (2009). Es
ahí donde radica su importancia, ya que sin la presencia de esta
competencia no se pueden desarrollar las siguientes competencias, como
la regulación emocional.
En el estudiantado no ocurre lo mismo, ya que se pudo evidenciar cómo
en cantidades importantes deben trabajar más en cuanto a la expresión,
comprensión e interés de las emociones de las demás personas, los
cuales son puntos centrales, como se mencionó anteriormente, dentro de
la educación emocional. Por esto, se deben retomar dentro del trabajo
realizado por las maestros y los maestros, lo cual se convierte en una
de las tareas orientadoras que debe desarrollar el personal docente,
con el fin de posibilitar que el alumnado clarifique y construya su
propia escala de valores (Pereira, 2007). Al fomentar y desarrollar la
educación emocional en el estudiantado, se inculca en ellas y ellos
habilidades y valores para la vida.
4.2.2. Conciencia emocional acerca de las propias emociones
Esta competencia, según Bisquerra (2009), se refiere a la capacidad que
tienen las personas para observar sus propias emociones en relación al
reconocimiento, expresión y manejo de las emociones experimentadas. La
base de la educación emocional es poder reconocer y dar nombre a las
emociones que se experimentan, lo que se puede apreciar en la siguiente
cita:
“Como humano a veces la reacción es frustrante, con enojo, decepción.
Sin embargo después de estas reacciones inmediatas hay que buscar
soluciones prácticas y favorables tanto para mi persona como para el
grupo.” (Diario MMG, 06)
En este caso, la persona profesional en educación evidencia el
reconocimiento de emociones propias al mencionar lo que siente ante las
diversas situaciones que se le pueden presentar en el aula. En cuanto a
este tema, en el caso de la población estudiantil, en el gráfico 4 se
presenta lo siguiente:
Como se puede apreciar las niñas y los niños de la escuela MMG, en su
mayoría no poseen dificultad para hablarle a su maestra o maestro. En
menor grado se presenta una respuesta sí y de último en la escala se
encuentra la opción de algunas veces. En lo que concierne al colegio
SDB, hay una igualdad en la respuesta en las opciones de no y algunas
veces.
En el desarrollo socioemocional de la población infantil en edad
escolar, cada docente juega un papel formador y modelador, y es cuando
se presenta alguna situación donde se involucre la expresión de
emociones que el profesorado experimenta sus propias emociones, como el
miedo a hacer un manejo inadecuado de las de las niñas y los niños,
como se observa a continuación:
“A veces no sé cómo manejarlas o que decirles en el momento. Miedo a
dar un mal consejo o realizar un mal manejo.” (Cuestionario de
emociones SDB, 02)
El rol que asume el profesorado en la formación de sus estudiantes es
de suma importancia, ya que, si la persona profesional en educación
tiene la capacidad de expresar sus emociones a la población
estudiantil, fomenta de forma indirecta esta capacidad en las niñas y
los niños.
En este apartado se conocieron algunas de las emociones del personal
docente en su labor diaria con sus estudiantes y las emociones que
manifiestan las niñas y los niños en el aula. También se reflejaron
algunas competencias emocionales en ambas poblaciones, así como
dificultades que poseen en cuanto a la conciencia emocional de las
propias emociones.
4.2.3. Regulación emocional
Uno de los componentes fundamentales de la competencia de la regulación
emocional, según Bisquerra (2009), es la habilidad para afrontar retos
y situaciones de conflicto; dentro de la escuela en la diaria labor
docente, se presentan una serie de situaciones y problemáticas que
interfieren y dificultan el trabajo. Por esto es necesario que las
personas profesionales en educación busquen formas para afrontar dichas
situaciones; un ejemplo de esto se puede apreciar en la siguiente cita:
“Las vivencias más comunes son las diferencias entre compañeros,
algunos discuten, gritan o pelean, el manejo de las emociones que
generan esas situaciones se aplica a partir del diálogo y la
comunicación y hacer ver los aciertos o los errores al tratar
determinadas situaciones.” (Cuestionario de emociones MMG, 01)
Esta idea denota la función orientadora que cumple cada docente al
realizar actividades y estrategias que estimulan el desarrollo integral
y que permiten el autoconocimiento de sus estudiantes (Pereira, 2007).
Este manejo de emociones por parte del profesorado puede traer una
disminución en la cantidad de peleas, lo cual es una de las múltiples
ventajas de la Educación Emocional, según Goleman (1996).
Algunas veces, estos problemas o situaciones conflictivas que se
presentan en la vida, no se resuelven de inmediato, sino que, por el
contrario, hay que buscar posibles soluciones y valorar cuál es la más
indicada, lo que requiere de todo un proceso. Así se hace necesario
desarrollar habilidades propuestas por Bisquerra (2009) como la
tolerancia a la frustración, el manejo de emociones, la capacidad para
retrasar gratificaciones, y el desarrollo de empatía. En este sentido,
se toma en cuenta la valoración de posibles soluciones a los
conflictos, como se observa en el cuadro 2.
Como se observa la mayoría de docentes de ambas escuelas siempre valora
muchas posibles soluciones cuando se presenta un problema en el aula.
Esto refleja interés y preocupación por el bienestar de sus
estudiantes, lo cual evidencia empatía por parte del profesorado al
involucrarse y preocuparse por las vivencias emocionales de sus
estudiantes (Bisquerra, 2009). Por su parte, en cuanto a este tema, el
estudiantado expresó lo siguiente:
En el caso de las niñas y los niños de la Escuela MMG, en su mayoría
utilizan como estrategia de regulación emocional un análisis de las
posibilidades que se tienen para afrontar un problema, a diferencia de
la población infantil participante del SDB, quienes marcaron la opción
no y algunas veces como respuesta ante esta interrogante, esto se
muestra en el cuadro 3.
Para Álvarez (2001), si la persona no encuentra la solución adecuada,
se debe insistir hasta conseguirla, contando con la propia ayuda y con
la de los demás. Todo esto lleva a destacar la idea que expone
Bisquerra (2009), de que, tanto la regulación de las emociones, como
las estrategias para solucionar conflictos, son fundamentales para el
bienestar de todas las personas.
Por otra parte, según Bisquerra (2009), dentro de la competencia de la
regulación emocional, se encuentra una microcompetencia denominada
expresión emocional apropiada, la cual es fundamental para la
regulación emocional, ya que, al expresar lo que se siente, se pueden
buscar estrategias para manejar esas emociones, sin necesidad de
suprimirlas. Un ejemplo de esta expresión de emociones se observa a
continuación:
“Creo que la mayoría de ellos exterioriza lo que siente y aunque en
algún momento son afectuosos, también pueden discutir y pelear entre
ellos, son más explosivos.” (Diario MMG, 05)
Esta expresión de emociones es saludable para la población infantil,
siempre y cuando no dañe o perjudique a otras personas o incluso a
ellas mismas y ellos mismos, por lo cual es primordial buscar
estrategias que integren la expresión de emociones con el manejo de
estas. Un ejemplo de una expresión inadecuada de emociones se observa
en la siguiente expresión:
“Daniel, el por hacer todo rápido, lo hace todo malo con errores,
entonces cuando lo corrijo se enoja y empieza de forma malcriada a
gritar o a golpear los pupitres, es difícil controlarlo porque una
boleta no lo asusta y enviarlo donde la orientadora tampoco, a veces
simplemente no se pone atención y él se calma”. (Diario MMG, 01)
Según Bisquerra (2001), el enojo es una de las emociones que, si no es
manejada adecuadamente, puede traer consecuencias muy negativas, ya que
es la emoción más peligrosa. Su propósito primordial es destruir
mediante el ataque verbal o físico, por lo que es sumamente esencial el
desarrollo y fortalecimiento de estrategias de afrontamiento y manejo
de este, para poder prevenir sus efectos perjudiciales en la vida de
las personas, lo cual es un objetivo de la educación emocional, según
Goleman (1996).
A partir del acercamiento realizado a las instituciones educativas, de
la información recolectada y de la discusión de los datos realizada, se
evidencian los conocimientos, habilidades, estrategias y recursos a los
cuales recurre el personal docente como respuesta ante la manifestación
emocional de sus estudiantes y la de ellas mismas y ellos mismos.
Asimismo, se contemplaron las vivencias tanto de las niñas y los niños,
como del profesorado, en torno a la conciencia emocional de las propias
emociones y de las emociones de los demás y de la regulación de estas.
Es importante resaltar que, aunque el personal docente tiene una noción
acerca de lo que es la educación emocional y su importancia en los
procesos de enseñanza-aprendizaje, es necesario enriquecer la labor
docente mediante herramientas que promuevan el desarrollo emocional de
las niñas y los niños, ya que esto repercute en diversas áreas del
desarrollo integral de la población infantil y, a la vez, influye en el
crecimiento profesional y emocional de cada docente.
4.3. Implicaciones de la educación emocional en la formación y desarrollo
docente en dos escuelas urbanas de San José
A partir de los resultados y el análisis, se logra determinar que
existen aspectos más allá de los objetivos planteados. Es así como se
presenta una síntesis de otros hallazgos, enfocados en el tema de las
implicaciones de la formación y el desarrollo emocional docente en
ambas escuelas.
Se reconoce que la formación docente para la enseñanza en la educación
primaria, está enfocada en el desarrollo de habilidades académicas,
intelectuales, éticas y metodológicas; pero se hace necesaria, a la
vez, la inclusión de contenidos que favorezcan la adquisición de
conocimientos en cuanto a la educación emocional. Asimismo, como lo
mencionan Extremera y Fernéndez-Berrocal (2004), el éxito del
profesorado queda también vinculado a desarrollar personas integradas a
la sociedad, con herramientas sociales y emocionales que les permitan
afrontar los desafíos de la vida cotidiana. Esto se puede relacionar a
lo mencionado por las personas participantes, las cuales expresan que,
ante situaciones que se les presentan en el aula, en ocasiones lo
aprendido en la universidad se queda corto en cuanto a qué hacer o cómo
enfrentarlas. Es así como surgen reacciones de frustración, enojo y
hasta decepción.
Por esto resulta pertinente la incorporación de contenidos de educación
emocional en los planes de formación docente, debido a que, junto con
la enseñanza de conocimientos teóricos y prácticos, a la población
docente le corresponde la implementación de estrategias dentro del aula
para el desarrollo afectivo y emocional de sus estudiantes. Esto se
afirma tomando en cuenta también el interés demostrado por el
profesorado participante en la investigación.
Es necesaria la integración entre la enseñanza de contenidos académicos
tradicionales y el desarrollo de habilidades emocionales en las niñas y
los niños, pero estas habilidades emocionales, afectivas y sociales
deben ser enseñadas por un equipo docente que domine estas capacidades,
ya que las aulas son para el alumnado uno de los modelos de aprendizaje
socioemocional más importante.
La escuela juega un papel de suma importancia en la niña y el niño, no
solo en el área cognitiva, sino también en la social y en la emocional.
Para la investigación, se eligieron escuelas con características y
poblaciones diferentes; por un lado, se encuentra la escuela MMG, la
cual es una escuela de atención prioritaria, caracterizada por albergar
una población en su mayoría de clase baja y rodeada de un contexto
urbano marginal con necesidades y problemáticas propias muy marcadas.
Es así como el personal docente manifiesta que, en algunas ocasiones,
la impotencia les invade ante las difíciles situaciones que atraviesan
algunos de sus estudiantes, como el abuso y la agresión física.
Por otra parte, encontramos el Colegio SDB, una escuela privada de
fuerte ideología católica y con una población que, en su mayoría, se
encuentra dentro de la clase media-alta. Es así como el profesorado de
tercer grado manifiesta, que cuenta con el apoyo institucional para el
acceso a la mayoría de recursos, y que, además, la cultura
institucional se orienta a un trabajo dedicado a la enseñanza de
valores.
A partir de la información recolectada surgen dos interesantes
factores. Primero, el Colegio SDB posee una mayor formación constante y
accesibilidad a recursos y herramientas. Sin embargo, el personal
docente de la escuela MMG considera más necesarios los conocimientos y
habilidades que tienen. Asimismo, en el caso de las niñas y los niños,
llama la atención que el Colegio SDB se encuentra en desventaja, ya
que, dentro de la investigación cuantitativa y al remitirnos como
investigadoras a los gráficos y cuadros que determinan el grado de
presencia de competencias emocionales y resolución de conflictos, las
niñas y los niños presentan una mayor dificultad en cuanto a la
conciencia y regulación de sus emociones, en comparación con la
población estudiantil de la escuela MMG, que manifiesta un mayor
desarrollo de estas e incluso aseveran sentirse más felices y cómodos
consigo mismas y mismos.
Conclusiones
Esta investigación llevó a las conclusiones presentadas a continuación
en concordancia con los objetivos propuestos. En cuanto a la
identificación de los conocimientos, habilidades y recursos del
personal docente en respuesta a las emociones manifestadas por las
niñas y los niños, se contempla:
• En su mayoría, el personal docente
manifiesta que ha recibido sus conocimientos de la formación
universitaria. Sin embargo, mencionan que es insuficiente y que no
tienen todos los conocimientos necesarios. De igual forma, recalcan la
importancia de una constante actualización o formación continua.
• Dentro de las habilidades que poseen la
maestra y el maestro, está la habilidad de la empatía.
• El personal docente de las
instituciones investigadas en su quehacer diario, ante las emociones
que manifiestan las niñas y los niños, emplea estrategias como la
escucha, la creación de espacios para drenar emociones y la solución de
problemas.
• En su mayoría, el personal docente
muestra disposición para la implementación de estrategias de educación
emocional.
En cuanto a las emociones que las niñas y los niños manifiestan en el
aula con el personal docente de tercer grado, se encuentra que:
• La mayoría de la población infantil
manifiesta darse cuenta de si una compañera o un compañero se encuentra
de buen o mal humor. Sin embargo, no siempre toman en cuenta o se
preocupan por las emociones de sus compañeras y compañeros.
• En situaciones de conflicto, la
población infantil acostumbra pedir ayuda y en su mayoría, cuando se
enojan, se lo dicen a las personas. Asimismo, las niñas y los niños
piden perdón cuando molestan a alguien.
En cuanto a las competencias emocionales del personal docente como
respuesta ante las emociones que manifiestan en el aula las niñas y los
niños, se concluye que:
• En algunas situaciones que surgen en el
aula, el profesorado manifiesta tener miedo a equivocarse en el manejo
de las emociones de sus estudiantes.
• El personal docente resuelve los
problemas tomando en cuenta muchas veces la opinión de las niñas y los
niños, y de las personas que lo rodean; así valoran todas las posibles
soluciones a los conflictos.
• Cuando las maestras y los maestros
tienen algún problema con sus estudiantes, la mayoría de las veces
expresan su enojo en el aula a las niñas y los niños. En este mismo
plano, el profesorado en su mayoría pide disculpas cuando toman una
mala decisión en cuanto a las emociones de sus estudiantes.
Tomando en cuenta todo lo anterior, y como respuesta a la pregunta de
investigación, se puede concluir que las respuestas del profesorado
varían mucho dependiendo de la situación y la forma en que experimenten
las emociones las niñas y los niños en el aula. Sin embargo, estas
respuestas no son estrategias planificadas, sino acciones concretas
como reacción de sus propias emociones ante las emociones emergentes de
sus estudiantes. En este mismo sentido, se comprenden las respuestas
del personal docente como modelo en el desarrollo de la niña y el niño.
Por esto, se considera necesario que el profesorado cuente con
estrategias, habilidades, recursos y conocimientos para la promoción de
la educación de las emociones.
Debido a la necesidad de fortalecer las competencias emocionales de la
conciencia y regulación emocional, se concluye la pertinencia de
brindar al personal docente estrategias para la promoción de la
educación emocional mediante un manual para ser utilizado dentro del
contexto del aula, cuando el profesorado lo considere necesario, como
acción de prevención, mediación e intervención.
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Correspondencia a:
Mónica Calderón Rodríguez. Orientadora en el Colegio Vocacional Monseñor Sanabria. Licenciada en
Ciencias de la Educación con énfasis en Orientación de la Universidad
de Costa Rica. Dirección electrónica: moni_2686@hotmail.com
Gabriela González Mora. C
oordinadora del Departamento de Orientación y Psicología en el
Colegio Salesiano Don Bosco. Licenciada en Ciencias de la Educación con
énfasis en Orientación de la Universidad de Costa Rica. Dirección
electrónica: ga_gomo@hotmail.com
Patricia Salazar Segnini. Orientadora en el Liceo de Pavas. Licenciada en Ciencias de la
Educación con énfasis en Orientación de la Universidad de Costa Rica.
Dirección electrónica: pss_28@hotmail.com
Stephanie Washburn Madrigal. Docente de la Escuela de Orientación y Educación Especial. Licenciada
en Ciencias de la Educación con énfasis en Orientación de la
Universidad de Costa Rica. Dirección electrónica:
stephanieann.washburn@ucr.ac.cr
Artículo recibido: 31 de mayo, 2013 Devuelto para corrección: 3 de
octubre, 2013 Aprobado: 12 de diciembre, 2013